Un reciente estudio elaborado por Too Good To Go, una compañía que lucha contra el desperdicio de alimentos, reveló que los jóvenes de entre 18 y 25 años manifiestan estrés y malestar cuando se trata de pensar en el futuro. El mayor de sus temores es el posible impacto que el cambio climático tendrá en sus vidas. 

Esta incertidumbre se basa principalmente en los últimos estudios que se han hecho sobre el tema. De hecho, la propia Organización Meteorológica Mundial califica a este fenómeno como una emergencia que podría tener implicancias en el clima, como sequías y tormentas más intensas.

¿Cuál fue el método utilizado?

Un total de 1.700 estudiantes participaron del informe. El 60 % de ellos aseguró sentirse agobiado por temas como el planeta y la sostenibilidad. Por otra parte, el 95 % de los encuestados afirmaron haber cambiado hábitos y buscado alternativas para cubrir sus necesidades básicas.

Cabe descartar que la encuesta se centró principalmente en el desperdicio de los recursos naturales, sobre todo de aquellos que se malgastan para producir alimentos. En ese sentido, los autores alertan que al menos un 30 % de la tierra cultivada se destina a productos que nunca se consumirán, lo que también representa un desperdicio del 24 % del agua empleada. Sumado a esta problemática, la producción en sí es responsable del 10 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. 

El bienestar de los jóvenes

Alertados por estos números, los encuestados aseguraron que la cuestiones económicas tienen un fuerte impacto en sus decisiones de consumo, tanto así que el 80 % de los jóvenes aseguró no tener dinero suficiente para poder comer bien a fin de mes.

En conclusión, las nuevas generaciones sí reconocen la necesidad de adoptar un enfoque más responsable para evitar el cambio climático, sin embargo se sienten desmotivados por la realidad en la que viven.