Según revela un nuevo estudio elaborado por científicos de la Universidad de California, Estados Unidos, las tormentas podrían desplazarse cada vez más al norte en las próximas décadas debido al cambio climático.
Explican que las interacciones entre la composición atmosférica de la Tierra, los suelos, y las nubes (entre otros) se ven afectadas por las emisiones de gases contaminantes. Analizando estos eventos es que pudieron determinar que los sistemas de lluvias podrían movilizarse dependiendo del calentamiento superficial tardío del océano austral.
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Posibles consecuencias
Los expertos alertan que esta situación podría tener una incidencia significativa en el sector agrícola, representando un cambio en la producción y, por ende, en las poblaciones que viven de esta actividad.
La zona donde los trópicos se encuentran, cerca del ecuador, es la que se vería más afectada, dado que sus ecosistemas y cultivos son muy dependientes de las precipitaciones torrenciales. Éstas mantienen la humedad característica y necesaria para las plantaciones regionales, como el café, el cacao, el aceite de palma y el té, entre otros.
A grandes rasgos, las alteraciones en el clima tendrían un impacto considerable en la producción de alimentos y en el trabajo de millones de personas. Al respecto, los científicos insisten en que es necesario frenar el calentamiento global de origen antrópico y controlar las emisiones de dióxido de carbono.
Los problemas detrás del cambio climático
Esta no es la primera vez en la que investigadores hablan de las consecuencias de este fenómeno en torno a la meteorología; de hecho, ya han advertido sobre aumentos en la cantidad e intensidad de huracanes y de olas de calor y polares.
En ese sentido, los modelos predictivos del cambio climático pronostican un aumento de ciertas enfermedades -sobre todo las transmitidas por mosquitos o las zoonóticas-, de incendios forestales, y de sequías e inundaciones.