Hay al menos 3,8 millones de hectáreas productivas afectadas por las inundaciones en la cuenca del río Salado, en el centro de la provincia. Este episodio se postula como el más grave en décadas, dejando fuera de la actividad a vastas extensiones de tierra que hoy podrían representar un ingreso económico de 2.000 millones de dólares, de acuerdo a lo estimado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CarBap).

Bolívar es el partido más perjudicado con un aproximado de 170.000 hectáreas comprometidas; mientras que Carlos Casares no superó las 106 mil hectáreas, lo que posiciona a la localidad como la menos damnificada dentro de la lista. Explican que este número no sólo se corresponde a los suelos que permanecen bajo el agua, sino también a aquellos a los que es imposible acceder como consecuencia de esta problemática.

Implicancias para el campo

Cabe destacar que la ventana de siembra para los principales cultivos de la región -la soja y el maíz- está próxima a cerrar, por lo que existe un alto riesgo de que el próximo año esos campos tampoco perciban ganancias. Eso implica que el circuito económico nuevamente dejaría de recibir un ingreso millonario en 2026.

Explican que esta situación podría crear un efecto látigo, donde contratistas, transportistas, proveedores y pequeñas y medianas empresas verán limitada su actividad. Por otro lado, los tres niveles del Estado -municipal, provincial y nacional- sufrirán una caída notoria en la recaudación anual.

Inundaciones en la provincia de Buenos Aires

¿Qué hacer frente a las inundaciones?

Ante esta situación, denuncian que la provincia es la principal responsable por no ejecutar las obras del Plan Maestro del Río Salado, cuyo avance no supera la mitad de lo previsto, teniendo en cuenta que debería haberse finalizado hace 10 años. En ese sentido, alertaron que es “urgente e innegociable” que las obras estén terminadas antes del 2030.

Esta petición fue clasificada como una “obligación moral, productiva y social” y explicaron que consta de la instalación de canales, puentes y estructuras hidráulicas básicas, para las cuales “Argentina cuenta con técnicos, ingenieros y maquinaria disponible”.