Este jueves (3 de marzo) se realizará un encuentro en Tucumán denominado “Diálogos para Gobernanza y Gestión Territorial en el Gran Chaco Americano”. Al igual que en Bolivia y Paraguay, se presentará el Mecanismo de Sustentabilidad del Gran Chaco Americano, desarrollado por el consorcio “Nuestro Chaco Sustentable”. 

El mismo tendrá lugar desde las 9:30 en el Hotel Sheraton de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Está organizado por la Secretaría Pro Témpore de la ZICOSUR, la Comisión de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de la ZICOSUR (CAMZ), con el apoyo del consorcio Por Nuestro Gran Chaco Sustentable y de la Unión Europea.

De este modo, se pretende contar con una herramienta que oriente, a través de la participación informada de actores claves, la sostenibilidad económica, social y ambiental de las acciones de desarrollo en la zona tripartita. Su objetivo principal es contribuir a preservar las funciones ambientales y los servicios ecosistémicos del Gran Chaco Americano en el marco de sus dinámicas de desarrollo productivo sostenible, a fin de visibilizar modelos de gestión territorial y producción sustentables. 

La directora de ICCO Cooperación por Bolivia, Ana Rosa Angulo, contó a Salta/12 que este proyecto nació desde el consorcio Por Nuestro Chaco Sustentable, financiado por la Unión Europea, y que busca convertirse en un espacio integrado por organizaciones de la sociedad civil que trabajen por y para el ambiente. Actualmente está conformado por 6 organizaciones de Bolivia, Argentina y Paraguay: Cerdet, ICCO Cooperación, Fundación de la Cordillera, COOPI, Fundapaz y Tierraviva. 

El sentido del proyecto es mostrar que «es posible tener un desarrollo sostenible con los recursos presentes en el Gran Chaco», expresó Angulo. Por ello, desarrollaron el mecanismo de sustentabilidad con el objetivo de «retraolimentarse y empezar a integrarse más», dado que el Gran Chaco es una región geográfica ubicada en el centro-sur de América del Sur que se extiende entre los actuales territorios de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. 

Angulo dijo que este mecanismo presenta tres elementos fundamentales. El primero está relacionado con establecer acuerdos entre los actores, ya que «nos hemos dado cuenta que no es posible avanzar si inicialmente no se sientan los diferentes actores a compartir sus intereses». En ese caso se busca que estén presentes actores del sector público, privado, comunidades indígenas y ONGs, «conversando sus problemáticas relacionadas al medio ambiente y el desarrollo». 

A partir de ello se tiene pensado plantear ciertas metas de conservación del ambiente hasta 2028, ejemplificó la directora. Esto debido a que se trata de una región que comprende más de cien millones de hectáreas de bioma boscoso de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. En el caso de Argentina, esta región abarca las provincias del Chaco, Santiago del Estero, Formosa, norte de Santa Fe, Córdoba y San Luis, el oeste de Salta, Tucumán, La Rioja y Catamarca y el oeste de Corrientes.

El Gran Chaco Americano es el segundo ecosistema más grande de Sudamérica después del Amazonas, con un territorio de más de 1 millón de km2 donde coexisten 7 millones de personas, 30 pueblos, 29 lenguas, 53 sistemas ecológicos diferentes y 4000 variedades de plantas. A pesar de los esfuerzos, es una de las zonas del continente más afectadas por el cambio climático, la deforestación, la pobreza, y la falta de políticas públicas y económicas que reconozcan su diversidad, potencial y ubicación geográfica estratégica.

Es por esto que el segundo elemento de este mecanismo es realizar un sistema informativo donde se pueda monitorear los acuerdos establecidos y evitar que «sólo queden en buenas intenciones». 

El tercer elemento apunta a crear una batería de buenas prácticas para saber cómo llevar a cabo las acciones de una manera posible. En este punto, el objetivo es compartir las experiencias y sus alternativas de preservación ambiental de distintos lugares, pero teniendo en cuenta la geografía donde se la quiera trasladar para saber si son aplicables o no. 

«Tenemos 100 buenas prácticas y todo eso va consolidando los mecanismos de sustentabilidad», expresó Angulo. Por ello, desde la organización del evento se afirmó que se trata de un mecanismo concreto para articular y canalizar diferentes intervenciones territoriales a nivel regional, nacional, departamental, provincial y local con una visión de fortalecimiento de procesos de gestión territorial.

En ese sentido, Angulo insistió en la necesidad de aplicar de manera conjunta un mecanismo que comparta los mismos intereses y problemáticas, puesto que «ya no es posible abordarlos de manera individual», sobre todo cuando se tiene al componente de la información permanente para trabajarlo. «Es preciso rescatar lo que hace uno y otro y la posibilidad que se puede contar con ese uno y ese otro en el ámbito actoral»; es decir, tener el compromiso de los sectores involucrados, como ser dentro de los espacios gubernamentales, sean nacionales, provinciales o municipales. 

Con información de Página/12