La Comisión Europea propuso prohibir las importaciones de madera, café, carne vacuna, soja, cacao y aceite de palma, así como de productos derivados de estas materias primas, si proceden de zonas deforestadas o degradadas a partir de enero de este año o han sido obtenidos incumpliendo las leyes del país de origen.
En particular, el proyecto impone a las empresas la obligación de demostrar que los productos de una serie de materias primas que importan por primera vez al mercado único no proceden de zonas deforestadas después del 31 de diciembre de 2020 ni los obtenidos de manera ilegal. El incumplimiento de uno de estos dos requisitos «resultará en la prohibición de colocar estos productos en el mercado de la UE».
Es la medida estrella de la normativa planteada por el Ejecutivo comunitario -todavía pendiente de negociación y aprobación entre el Parlamento Europeo y los Estados miembros- para atajar la deforestación y degradación de la tierra, dos de los principales factores del cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Por ahora, la propuesta de Bruselas identifica seis materias primas «específicas» que estarán sujetas a estas normas (madera, café, soja, carne, aceite de palma, cacao), pero también están incluidos en la aplicación productos derivados como cuero, chocolate o muebles.
Así, las empresas europeas o extranjeras que quieran importar estos productos a la UE tendrán que establecer «sistemas de diligencia debida» que demuestren su procedencia. Para ello, tendrán que dar acceso a información como la cantidad de producto que quieren importar, el proveedor y el país de producción.
De la misma forma, un paso «clave» será informar las coordenadas geográficas del área de tierra en la que se ha obtenido la materia prima del producto, combinando sistemas de geolocalización e imágenes por satélite, para que después las autoridades puedan comprobar que provienen de zonas «libres de deforestación».
Además, el Ejecutivo comunitario propuso a los eurodiputados y a los gobiernos otra normativa sobre el transporte de residuos. En concreto, aboga por restringir las exportaciones de residuos a países no pertenecientes a la OCDE, de forma que sólo serán autorizadas si el país receptor está dispuesto a recibirlos y es capaz de gestionarlos de forma sostenible.
Por último, la Comisión Europea ha presentado una nueva estrategia para la protección de los suelos con medidas encaminadas a la rehabilitación y el uso sostenible de los mismos. El 70% de los suelos de la UE no se encuentra en buenas condiciones, según datos de las autoridades comunitarias.
La estrategia recoge una mezcla de medidas voluntarias y obligatorias y tiene el objetivo de aumentar el carbono del suelo de tierras agrícolas, luchar contra la desertificación, rehabilitar tierras y suelos degradados y conseguir que todos los ecosistemas del suelo se encuentren en buen estado en 2050.
Fuente: ABC