Tras la detección de rabia paresiante en las localidades de Cerro Corá y Puerto Leoni, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) activó un plan para contener la enfermedad. Se trata de un virus que se transmite principalmente por la mordedura de murciélagos, el mismo representa un riesgo letal para humanos y para otros animales. 

En ese sentido se tomó la decisión de  interdictar los predios circundantes a los focos confirmados en un radio de hasta 10 kilómetros. Esta medida implica la restricción de movimiento del ganado y la vacunación obligatoria de especies susceptibles, como equinos, porcinos, ovinos y bovinos. 

Combatiendo la rabia

Asimismo la autoridad intensificó las acciones de vigilancia activa en las localidades misioneras de San Vicente, Puerto Rico y Eldorado, entre otras. Para ello, los equipos técnicos trabajan mancomunadamente con productores, informando sobre la afección y sus síntomas -como cambios en el comportamiento, parálisis, salivación excesiva y dificultad para masticar-, y controlando los posibles refugios de los principales transmisores, conocidos como “vampiros”. 

Más métodos de prevención

Por otro lado, los especialistas recomiendan no manipular ni tocar animales muertos o presumiblemente enfermos sin la protección adecuada. Además, piden denunciar todo caso sospechoso dado que la detección temprana es fundamental en estos casos. Para ello, el Senasa habilitó líneas de contacto directas para una denuncia rápida. 

Respecto a la rabia paresiante, esta es zoonótica, lo que significa que puede transmitirse entre especies. La misma ataca al sistema nervioso central y puede resultar mortal si no se trata a tiempo. El virus se transmite mediante mordeduras.