Un equipo de investigación del INTA Famaillá – Tucumán avanza contra la mosca de las alas manchadas (Drosophila suzukii), que es una plaga exótica proveniente del sudeste asiático. Esta especie perjudica la salud de las frutas finas como frutillas, arándanos, frambuesas y zarzamoras.

Los objetivos conseguidos

Las pruebas resaltaron la eficacia de control tanto de la mosca de alas manchadas (Drosophila suzukii), como de la mosca africana del higo (Zaprionus indianus) gracias a la cría del parasitoide Trichopria anastrepha.

Claudia Funes, especialista del Grupo de Frutihorticultura, Flores y Aromáticas del INTA Famaillá, expresó que se logró controlar en un 100 % al primer ejemplar y en un 40 % al segundo. Además, hubo un 50 % de recupero del parasitoide adulto, que se reincorpora al ambiente para reiniciar el ciclo.

El impacto del resultado obtenido

La especialista remarcó que los valores son muy favorables porque establecen su potencial como biocontrolador de dos plagas invasoras. Además, destacó “la gran importancia para el productor, porque contribuyen a la economía circular de nuestro agroecosistema; es decir, aquella que propone el uso de especies nativas adaptadas de nuestra región para el control de plagas exóticas de manera sustentable y con bajo impacto ambiental”.

La científica concluyó que “Los resultados son alentadores”, y enfatizó que al tratarse de especias exóticas carecen de enemigos naturales específicos.