En la provincia, la presencia de estos animales es considerada una plaga y genera conflictos con las personas, sobre todo con los productores agropecuarios por las pérdidas. Esto se debe a que los jabalíes se alimentan de las plantaciones (tanto de las semillas como de las cosechas) y remueven el suelo, lo que provoca pérdidas monetarias.
Durante los últimos años, aumentaron las poblaciones chanchos cimarrones, como también se los conoce, por lo que es común ver piaras compuestas por 20 o 30 ejemplares.
Temor por los jabalíes
Si bien naturalmente no atacan a los humanos, sí puede haber conflicto si se sienten amenazados. Por todos estos motivos, los productores reclaman medidas de parte del Estado para poder controlar su expansión, pero cuestionan la falta de conciencia sobre la problemática.
Si bien este problema se originó en la década del ‘90, cuando quiso instalarse la cacería de este animal exótico y se lo expandió en la región, sostienen que ahora la situación “se desmadró”.
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Opciones contra la problemática
Por el momento, la regulación se hace con cacería, y algunas semanas atrás se conoció un proyecto de ley de Corrientes que busca declararlos como plaga y que tuvo buena recepción entre las entidades agropecuarias entrerrianas.
Sin embargo, los jabalíes no son los únicos que perturban a los productores agropecuarios: el ciervo también es calificado como una plaga que se introduce en las pasturas y daña las cosechas, además de que hubo colisiones vehiculares fatales contra ellos.