La producción de CFC, un químico desarrollado por el ser humano y usado en aerosoles y refrigerantes para heladeras y aires acondicionados, prácticamente llegó a cero en 2008 según lo reportado al Programa Ambiental de las Naciones Unidas.

Sin embargo, por motivos que desconocen, aún con esa producción cero, las emisiones de CFC-11 (uno de los más contaminantes dentro de los CFCs) se mantuvieron en un nivel constante.

A partir de 2013, la concentración de ese gas comenzó a disminuir más lentamente y esto sugirió que hubo un aumento de las emisiones provenientes de nuevas producciones de CFC-11. Observaron una mayor concentración de ese gas en el aire contaminado que llega a Hawaii. El análisis sugiere que provienen de Asia Oriental.

Los investigadores explican que si estas emisiones persistieran por los próximos 30 o 40 años en la atmósfera, entonces probablemente retrasaría la recuperación de la capa de ozono en unos 10 años.

Fuente: Hemisferios/RCinet