Según señala el oceanógrafo Gene Carl Feldman de la NASA, el color del mar está determinado principalmente por la profundidad del agua, la presencia de microorganismos, los sedimentos en suspensión y la intensidad de la luz solar. En ese sentido, detalla que la variación de estos factores influyen en cómo el agua absorbe y refleja la luz.
Las distintas zonas marinas
Las aguas profundas y cristalinas, como las del mar, suelen verse de un tono azul oscuro. Esto ocurre porque el agua absorbe las longitudes de onda más cálidas de los rayos solares -como el rojo, el naranja y el amarillo-, y refleja las azules.
Por otro lado, en zonas donde hay una mayor actividad de fitoplancton (microscopios organismos que realizan fotosíntesis) el mar adquiere tonos verdosos. Esto sucede por la clorofila que contienen, la cual absorbe luz azul y roja, pero refleja la verde.
Por otra parte, las zonas de una alta productividad biológica, como los deltas de los ríos o los mares fríos, se tiñen de colores que son un reflejo de la gran cantidad de nutrientes y de vida marina que poseen.
- Quizás te puede interesar: «Vinculan la crisis climática con un aumento en la violencia de género».
La importancia del color del océano
Estos casos demuestran que la variación de colores no es una característica simplemente estética, sino que nos da información sobre el estado ecológico, su profundidad y la vida que alberga.