Un grupo de científicos descubrió en Austria un antiguo relicario tras estar excavando desde hace casi diez años en la región de Irschen. El proyecto inició en el 2016 luego de encontrar en el lugar un santuario de mármol enterrado bajo el altar de una iglesia en ruinas.
Las características del hallazgo
Lo que obtuvieron de esta investigación son los fragmentos de una caja de marfil. Según explican historiadores, se trataría de un objeto conocido como “píxide” que comúnmente se adornaba con imágenes religiosas y en el que se solían guardar artículos de valor. El mismo solía ser llevado por el clero o la congregación al abandonar un templo.
Según detallan los arqueólogos, la última vez que se encontró una caja de estas fue hace unos 100 años. Hoy en día se conoce la existencia de sólo unas 40 de ellas en todo el mundo.
Tras un periodo de restauración prolongado, lograron rearmar parte del píxide y revelar los detalles de su decoración. En principio, retrataría a diversas figuras bíblicas del Antiguo Testamento y la Ascensión de Cristo. Ahora el equipo plantea la realización de un trabajo en 3D que permita la reconstrucción completa.
- Quizás te puede interesar: «Descubren una nueva especie de mariposa en el Machu Picchu».
El nacimiento del cofre
Por otro lado, una investigación paralela intenta determinar el origen y edad de los materiales usados para fabricar el relicario. Dentro de ellos se encuentra un pedazo de madera que creen que podría corresponder al crucifijo donde Jesús fue sacrificado, según los preceptos de la religión católica.
Asimismo, aún se desconoce por qué los cristianos que visitaban el lugar tomaron la decisión de abandonarlo. Las primeras hipótesis ubican a estas personas en la Batalla de Aguntum en el año 610 d.C (después de Cristo), cuando el ejército eslavo se enfrentó a los bárbaros y colonos de la región. En ese momento la victoria de los eslavos representó el fin de la afiliación de la región con el cristianismo.