Aníbal Rossi y Sebastián Sánchez son dos encargados de edificios que tienen un sueño en común: limpiar todo el espacio público de colillas de cigarrillo. Proponen que se coloquen cestos especiales por toda la ciudad para que la gente las arroje allí y utilizar los residuos para producir pesticidas, plásticos, abono y papel reciclado.

 

En consecuencia, se propusieron armar un proyecto para generar un “cambio cultural” y lograr que los fumadores no tiren más las colillas en las calles y plazas. “El primer cesto ignífugo que hicimos era de veinte por veinte centímetros, hoy estamos armando uno del doble de tamaño. Ya tenemos 2550 colillas guardadas, lo que indica que esto se puede hacer”, sostuvo Rossi.

 

Si bien Rossi apuesta a que su iniciativa comience a aplicarse en el ámbito municipal de la ciudad de Neuquén, piensa a lo grande. Próximamente tendrá una reunión con el intendente Horacio “Pechi” Quiroga.

 

Fuente: LMNeuquén