En los últimos días el Gobierno confirmó la salida del país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tal como lo había anticipado durante febrero pasado. Esta decisión se verá acompañada de una transformación profunda del modelo sanitario.

Los nuevos objetivos

Según indicaron en un comunicado de prensa “El nuevo enfoque apunta a una salud más preventiva, libre de burocracias y basada en evidencia científica transparente”.

Las autoridades sostienen que las directrices promovidas por la entidad no están sustentadas en ciencia, sino en “intereses políticos y estructuras burocráticas”. En ese sentido, aseguran que sus intereses “condicionan la soberanía sanitaria”, por lo que exigen una revisión del rol de los organismos supranacionales.

Las críticas a la OMS

En la misma línea se revisarán profundamente los organismos de salud estatales, con el objetivo de eliminar normas obsoletas, superposiciones y falta de trazabilidad. Al respecto, insistieron en que “el sistema debe servir a las personas y no a la burocracia”.

Para cerrar, desde el oficialismo aseguraron que se pondrá el foco en los procesos de fabricación, aprobación y supervisión de vacunas, con el fin de garantizar que las decisiones sanitarias se basen en evidencia pública, verificable y con controles efectivos.