La Guardia policial de Islandia disparó contra un animal salvaje que se encontraba deambulando cerca de un poblado remoto. Las autoridades consideraron que era la mejor opción, debido a la amenaza que representaba un oso suelto. 

El hecho ocurrió el jueves 19 de septiembre, aunque trascendió hace pocas horas gracias a una publicación del medio The Associated Press, donde el jefe de la policía de Westfjords declaró que previo al ataque se había consultado a la Agencia Ambiental de ese país. 

¿Por qué le dispararon?

En ese sentido, explicaron que el organismo responsable se negó a trasladar al úrsido, motivo por el cual se definió abatirlo. Detallan que “no fue una decisión sencilla”, pero que se encontraba circulando cerca de una cabaña en la que habitaba una anciana.

Esta mujer, quien es propietaria de la casa, fue quien llamó a emergencias tras encontrarlo hurgando en su basura. En su pedido de ayuda expresó estar aterrada y sostuvo que se había encerrado en el piso superior por temor a ser atacada.   

La Agencia Ambiental de Islandia no proporcionó soluciones ante la aparición del oso.
La Agencia Ambiental de Islandia no proporcionó soluciones ante la aparición del oso.

Un oso atípico

El ejemplar, de la especie polar, no es nativo de la isla -al igual que sus congéneres-. Los expertos sostienen que muchos de ellos llegan a las costas subidos a témpanos de hielo que se desprenden desde Groenlandia. Cabe destacar que en las últimas semanas se han avistado muchos icebergs en las aguas del país. 

Si bien no se trata de animales que ataquen habitualmente a los humanos, un estudio publicado en el 2017 por Wildlife Society advierte que ante la pérdida de hielo -provocada por el calentamiento global- y de sus ecosistemas, es cada vez más común que lleguen a tierra hambrientos y dispuestos a pelear por comida, lo que los convierte en un riesgo. 

En cuanto al oso avistado y baleado la semana pasada, es el primero en Islandia desde el 2016, lo que también demuestra la extrañeza del hecho.