Una nueva investigación demostró que los perros priorizan las texturas por sobre las formas a la hora de acercarse a objetos y/o alimentos. Explican que esta decisión se relaciona con una respuesta intuitiva que les asegura mayor felicidad y bienestar. 

Los expertos aseguran que esto es común a varias especies; de hecho, los humanos solemos priorizar de igual manera. Para llegar a esta conclusión debieron entrenar a 35 canes para que eligieran entre dos juguetes: uno con apariencia similar a su textura y otro de apariencia distinta. Los resultados demostraron que estos animales utilizan múltiples sentidos para reconocer lo que los rodea. 

A favor de una mejor relación con nuestros perros

Creen que esta información podría ser clave para la alimentación de las mascotas en cuanto a la aceptación o rechazo a la comida. En ese sentido, señalan que los platillos que emulan mejor  lo que consumirían en su entorno natural resultan más atractivos, como la carne fresca. 

Cabe destacar que esto último puede variar con la edad. Detallan que muy probablemente los especímenes más jóvenes, con problemas dentales o mandíbula más débil, se orientan más por los alimentos blandos. Esto podría explicar por qué los balanceados, que son más crocantes y secos, no siempre son bien recibidos. 

Datos concretos

Al respecto, sostienen que las croquetas, pese a ser más útiles para la salud dental, pocas veces son la primera opción de nuestros amigos de cuatro patas. Del mismo modo, los investigadores sugieren que la textura puede afectar su percepción del sabor, y que son las comidas más húmedas las que resultan más intensas. 

En conclusión, no se trata de una elección estética ni de aroma, al menos no principalmente. Por otro lado, al igual que los humanos, los gustos de los perros pueden cambiar con los años y según sus necesidades. Esto mismo sucede, no sólo con los juguetes y los premios, sino también con las superficies donde acostarse.