Una nueva recopilación de estudios -publicada por el medio Infobae– sugiere que en general las personas se encariñan más con los perros que con los gatos, pero ¿por qué?  

Según explican, esto se debe al tipo de interacción que tenemos con ellos y la disposición que tienen para participar de las actividades diarias. Se trata de un pequeño cóctel que fortalece los lazos afectivos, algo que no sucede con los felinos puesto que generalmente son más independientes y menos sociables.

Por otro lado, las investigaciones aseguran que quienes tienen canes tienden a desarrollar un mayor sentido de la responsabilidad hacia su mascota, lo que se traduce en gastos en alimentación, en cuidados veterinarios y en accesorios y juguetes. 

En ese sentido, éstos son vistos como seres mucho más demandantes y necesitados, motivo por el cual hay mayor predisposición a la hora de hacer una inversión económica, incluso para pagar un seguro de salud. 

Otros estudios sobre perros y gatos

En contraposición, una encuesta hecha mediante Instagram por Budget Direct y basada únicamente en usuarios de esa red -por lo que no es considerada concluyente- revela que los gatos son la mascota más popular en 91 países, mientras que los perros lo eran sólo en 76. Sólo en tres países ambos animales estaban empatados en preferencia; éstos son: Chile, Colombia y República Checa. 

En lo que coinciden la mayoría de los estudios es que no existe una variable -como el clima, la cultura y/o el nivel socioeconómico- que asocie o justifique el porqué de estas inclinaciones. 

A nivel general, otro cuestionario -hecho a más de 16 mil tutores y 1.200 veterinarios de ocho países- confirmó que el 95 % de las personas consideran a sus compañeros de cuatro patas como parte de su familia, siendo los perros los que más tienden a ocupar ese rol. Asimismo, el 98 % aseguró haber mejorado su salud mental y física gracias a su presencia. 

Ahora bien, desde la perspectiva sociológica, explican que los canes suelen ser comparados con niños, mientras que los felinos con adolescentes en términos de cuándo y cómo recibir afecto. En ese sentido, sostienen que los perros “simplemente se dejan querer más”. 

¿Y vos qué preferís?