Los animales albinos resultan llamativos por su apariencia física, pero detrás de eso hay muchos desafíos a los que se enfrentan. Según National Geographic, una de las mayores dificultades es su incapacidad para camuflarse, lo que pone en riesgo su supervivencia.
Si bien se suele asociar esta condición con los mamíferos, lo cierto es que está presente en diversas clases de animales y en distintos hábitats, incluidas las profundidades oceánicas.
El albinismo en los animales
En concreto, el albinismo implica la pérdida parcial o total de pigmentación, lo que resulta en una piel más clara que la de sus congéneres. Su origen tiene lugar en mutaciones genéticas que alteran la producción de melanina, el pigmento responsable del color en la piel, el pelaje y los ojos. Su aparición depende de la clase de animales a los que nos refiramos.
Por ejemplo, en los mamíferos esta condición aparece cuando se heredan genes mutados de ambos progenitores, por lo que su funcionalidad se ve comprometida. En especies no mamíferas es común la existencia de otros pigmentos además de la melanina, motivo por el cual algunos animales albinos no presentan un blanco absoluto.
Un rasgo distintivo del albinismo, que permite diferenciarlo de otras condiciones similares –como el leucismo-, es que suele presentar ojos rosáceos debido a la transparencia que permite ver los vasos sanguíneos.
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Los riesgos de esta condición
Tal como consigna National Geographic, esta condición compromete funciones vitales, como la visión. La melanina es crucial para el desarrollo de las estructuras oculares, y su carencia genera deficiencias visuales. Esto puede reducir la capacidad para cazar o detectar peligros, poniendo en riesgo la supervivencia.
En cuanto a la reproducción, hay estudios que indican que puede afectar su atractivo ante posibles parejas. Por otro lado, la falta de camuflaje los convierte en blancos fáciles. Además, son víctimas de la caza (furtiva o no) y del mascotismo.
Estas situaciones han derivado en distintas estrategias de conservación. Una de las más emblemáticas fue la adquisición de una isla cercana a Indonesia por parte de una ONG, con el objetivo de crear un santuario para una orangután albina, pero también hay casos de regulaciones estatales o nacionales que protegen su integridad física.