Yale Climate Connections -un medio de comunicación dirigido por exalumnos de la Universidad homónima- se animó a responder qué tan responsables son los gatos del calentamiento global. La disertación fue labrada por la periodista ambiental Sara Peach.

El documento en cuestión se toma ciertas licencias y se permite presentar los datos con humor. De hecho, en uno de los primeros párrafos, asegura que, afortunadamente, estos animales “no vuelan en jets privados ni queman gasolina para ir al trabajo”. Asimismo, menciona que no tienen la necesidad de vestir moda rápida.   

¿Cuál es la culpa de los gatos?

Pese a ello, la periodista también asegura que estas mascotas tienen muy mala fama ecológica puesto que matan millones de aves y roedores a diario y que incluso se han convertido en una especie invasora en algunos países e islas. En ese sentido, explica que esto se debe a su dieta que es mayoritariamente carnívora. 

Al respecto, la autora asegura que ese es su “mayor pecado” ya que la industria cárnica sí contribuye al cambio climático, más notablemente cuando se trata de vacas, las cuales emiten metano -un gas que atrapa el calor en nuestra atmósfera- al eructar. 

El alimento de los gatos está principalmente basado en carne, lo que contribuye a una industria muy contaminante.
El alimento de los gatos está principalmente basado en carne, lo que contribuye a una industria muy contaminante.

Datos concretos

Según los cálculos iniciales, uno sólo de estos felinos consumiría el equivalente a 941 kilos de gases de efecto invernadero al año. Sin embargo, otro estudio más detallado habría estimado este número en 390 kilogramos, lo que es aproximadamente la misma cantidad que emite conducir un auto por 1.500 kilómetros. 

Pese a la contaminación, destacan que estos productos suelen estar elaborados con menudencias que no son consumidas comúnmente por las personas, con lo que el uso de estos desechos podría traducirse en un menor desperdicio de comida. Pero no todo es color de rosa, la tendencia a la “humanización” de los animales de compañía ha llevado a algunos tutores a comprar alimento balanceado con mayores cantidades y calidad de carne. 

En sus conclusiones Peach asegura que las dietas basadas en plantas son la mejor solución; tanto así, que varios investigadores se han dado a la tarea de descubrir si los gatos podrían adaptarse, pero las respuestas han sido mixtas.  Ante la falta de certidumbre, postula la opción de adoptar ejemplares más pequeños o, incluso, elegir otro tipo de animal como compañía.