La comunidad científica se muestra extremadamente preocupada por este fenómeno. Aseguran que las temperaturas extremas son una señal de que el calentamiento global se está acelerando, lo que se traduce en variabilidad climática cada vez más difícil de predecir.
Así lo postularon un grupo de expertos en la revista New Scientist, donde, además, aportan datos basados en simulaciones y abren el debate sobre la naturaleza del calor. Al respecto, el texto hace especial hincapié en el incremento de los últimos dos años a nivel global.
¿Qué sabemos del aumento de las temperaturas?
En cuanto al origen de estos eventos, la comunidad científica se encuentra dividida entre quienes argumentan que se trata de un fenómeno natural -como el climatólogo Karsten Haustein de la Universidad de Leipzig-, y quienes creen que ésta es una señal de que la intervención humana está ejerciendo cambios sobre el planeta.
En el primer caso, aseguran que se trata de modelos similares a los que ya se experimentaron en el pesado y que no hay razones para entrar en pánico. Respecto al segundo, manifiestan la necesidad de actuar con rapidez para compensar el problema de origen antrópico.
Factores a tener en cuenta
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En ambos casos la influencia de El Niño y de La Niña, que se caracterizan por cambios en la transferencia de calor de los océanos hacia la atmósfera, son contemplados y explicarían el empeoramiento de la situación en algunas partes del mundo. Sin embargo, aquellos que responsabilizan a las actividades humanas sostienen que éstos no son capaces, por sí solos, de generar los cambios climáticos que estamos experimentando.
El informe concluye que aún existe mucha incertidumbre respecto al aumento de las temperaturas y que todavía no hay un consenso global sobre los motivos que hay detrás, lo que imposibilita tomar acciones concretas de manera unificada. Consideran que lograr una aproximación mancomunada es clave para abordar las políticas de cambio climático.