Fue Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace, quien pronosticó que recién en abril podrían detenerse completamente los fuegos que amenazan con propagarse en dirección a Bariloche y que comenzaron a combatirse el 26 de diciembre. En ese sentido, advirtió que “el peligro de un incendio urbano es latente”.

¿Qué hay detrás?

Sobre el origen de las igniciones recurrentes en la Patagonia, explicó que “hay focos […] que tienen que ver con temas naturales”, aunque aclaró que son la minoría; de hecho, se cree que la situación actual se debe a la tormenta eléctrica del 16 de diciembre. Sin embargo, declaró que “el 95 % de los casos se vincula a causas humanas”, que asoció a la negligencia, como asados mal apagados, fogatas en sitios que no corresponden, colillas de cigarrillos y quema de residuos forestales. En último lugar, también sostiene que “existe un porcentaje de intencionalidad”.

Con respecto a esta última situación, mencionó a los piromaníacos, y afirmó que “hay muchos más de los que imaginamos”, aunque también sostuvo que hay quienes buscan cambios en el uso del suelo. “Básicamente, eliminar el bosque con algún motivo especulativo, porque no le están permitiendo deforestar”.

: Temen que los incendios avancen hacia Bariloche.
: Temen que los incendios avancen hacia Bariloche.

Giardini sostiene que la base del problema son las plantaciones de exóticas, como los pinos, e indicó que, sobre todo en las ciudades patagónicas, debería haber un programa de reemplazo de los mismos, “con el fin de volver a tener el bosque nativo que había”, además de un sistema de alerta temprana.