Un reciente estudio publicado en Global Change Biology asegura que el uso generalizado de bebederos artificiales para estas aves, sobre todo en los Estados Unidos, está moldeando su anatomía y sus hábitos. En ese sentido, sostienen que algunas especies de colibríes se están adaptando a vivir en entornos urbanos. 

Las características de los colibríes

Uno de los cambios más alarmantes que se lograron documentar se encuentra en el tamaño y la forma del pico; mientras que algunos se volvieron más largos y gruesos -lo que facilita la recolección del alimento artificial-, otros están desarrollando picos más afilados y puntiagudos. Este último, es el caso de los machos. Dicha tendencia sugiere que está aumentando la competencia entre individuos para poder acceder a los dispensers.

Otro dato relevante es que algunos ejemplares están expandiendo sus zonas de habitabilidad llegando a encontrarse en lugares nunca antes pensados, como el norte de América. Consideran que esto se deba a la introducción de árboles de eucalipto, que son ricos en néctar. Esto, sumado a la alimentación asistida, está favoreciendo a la densidad poblacional.

El estudio realizado

Para llegar a estas conclusiones los autores debieron analizar datos de observaciones en toda California entre los años 1938 y 2019, revisar ejemplares conservados en museos y desarrollar un modelo computacional que también sirve para predecir la expansión futura de la especie bajo distintos escenarios. 

Los primeros relevamientos demostraron que desde que se tienen registros y en un período de 20 años (1930-1950), lo que equivale a unas diez generaciones, los colibríes ya habían demostrado cambios significativos en su morfología, lo que demuestra la rapidez con la que cambian para tener éxito en nuevos entornos.