Durante las primeras vacaciones de verano, en Austria cientos de personas llegan al Campamento Climático Klimacamp 2018, parte del movimiento “Cambio de Sistema, no del Clima”, que está trabajando para detener el cambio climático.

Ese es uno de los muchos campamentos climáticos de este verano europeo. Según los organizadores, cada vez más personas son conscientes de la magnitud de la crisis climática y están dispuestas a involucrarse.

Algunos participantes declaran que no son extremistas, que son personas sensatas y comprometidas con la naturaleza y el clima. Agregan que extremistas son aquellos que pretenden seguir quemando carbón y talando bosques.

En el campamento climático de Wolkers-dorf se centra la atención en diferentes eventos para detener la construcción de una pista de aterrizaje en el aeropuerto de Viena, que representaría una masiva emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.

Fuente: DW