El alza continua desde hace años de la electricidad, convirtió la energía solar en un anhelo general, especialmente entre los pobres de las favelas, cerca de una cuarta parte de los 6,6 millones de habitantes de la suroriental ciudad de Río de Janeiro, porque para ellos esa factura del servicio significa una alta proporción de su ingreso.

 

Por lo menos 15 instituciones, servicios y locales públicos de Santa Marta ya cuentan con instalaciones solares que abaratan sus gastos energéticos, gracias a Insolar, una empresa de “negocios sociales” que opera en el barrio desde 2015.

 

Insolar busca financiación para instalar sistemas piloto en otras 14 favelas cariocas, diseminando ese objeto de deseo, anunció Henrique Drumond, fundador de la empresa.

 

Fuente, IPS.