Esa restricción lleva vigente 25 años, pero a finales del pasado octubre las autoridades chinas comunicaron que la dejarían sin efecto, lo que causó revuelo y críticas de las organizaciones defensoras de los animales.
La medida implicaba que huesos y cuernos de tigres y rinocerontes podían empezar a utilizarse bajo circunstancias especiales, incluidos los tratamientos brindados por médicos certificados por la Administración Estatal de Medicina Tradicional China.
WWF sostuvo que haber permitido el comercio de esos productos, incluso si se tratase de animales en cautiverio, habría tenido un impacto devastador en las poblaciones de tigres y rinocerontes salvajes.
Fuente, EFEverde.