Una nueva investigación advierte de que las actividades humanas están disolviendo el registro geológico en el fondo del océano debido a los crecientes niveles de dióxido de carbono (CO2) y la acidificación del agua del mar.

Normalmente el fondo del mar profundo es de un color blanco calizo, debido a que está compuesto de esqueletos de muchos organismos planctónicos y corales, que desempeñan un papel crucial en el control del grado de acidificación del océano. La disolución de la calcita neutraliza la acidez del CO2 y, en el proceso, evita que el agua de mar se vuelva demasiado ácida.

En estos días, al menos en ciertos «puntos calientes» como el Atlántico norte y los océanos del sur, el lecho calcáreo del océano se está volviendo de un color marrón oscuro. Como resultado de las actividades humanas, el nivel de CO2 en el agua es tan alto y el agua es tan ácida que la calcita simplemente se disuelve.

 

Fuente, ABC.