El Tribunal de Justicia de la Unión Europea condena a España por incumplir la normativa comunitaria de depuración de aguas residuales en Gijón, entre otros núcleos urbanos.

Greenpeace indicó que la Unión Europea confirmó lo que ellos llevan denunciando desde hace más de una década: que España tiene un grave problema de contaminación por aguas residuales. Por este motivo fue condenada a una multa millonaria.

La organización ecologista sostiene que la contaminación por aguas residuales es, por su volumen e intensidad, el factor que más afecta a la calidad de las aguas continentales españolas.

Creen que la lucha contra la contaminación de las aguas debe ser prioritaria y que es mucho más efectivo cambiar las actuales medidas (que no garantizan la calidad de las aguas ni para la vida silvestre ni para el consumo humano) que construir nuevas infraestructuras hidráulicas, como embalses.

Fuente: Greempeace