La evolución de los primeros animales, hace más de 500 millones de años, desató un proceso de calentamiento global al descomponer material orgánico en el lecho marino y generar más dióxido de carbono.

En los 100 millones de años que siguieron, las condiciones para estos primeros animales se volvieron más difíciles a medida que los niveles de oxígeno del océano y de la atmósfera caían y el dióxido de carbono causaba el calentamiento global.

Estos cambios fueron causados por pequeñas criaturas del fondo marino que perturbaban, mezclaban y reciclaban la materia orgánica muerta, un proceso conocido como “bioturbación”.

Esta situación empeoró las condiciones de estos animales, lo que posiblemente contribuyó a una serie de eventos de extinción en masa durante los primeros 100 millones de años de evolución animal.

Los expertos sostuvieron que existe una relación interesante entre los primeros animales que cambian su mundo de una manera que fue mala para ellos y lo que los humanos estamos haciendo ahora en el planeta.

Agregaron que estamos creando un mundo más caliente con anoxia en expansión, es decir, con deficiencia de oxígeno, y eso es malo para nosotros y para muchas otras criaturas.

Fuente: Europapress