Activistas de la organización ecologista Greenpeace vertieron 3.500 litros de pintura amarilla en una rotonda céntrica de Berlín para conformar lo que desde la vista aérea simula ser un sol.

La pintura es ecológica y soluble y con esta acción se busca exigir una transición energética del carbón a las renovables. También desplegaron una pancarta con el lema “sol en lugar de carbón”.

La protesta se enmarca dentro de las acciones de Greenpeace contra la política ambiental alemana.

Fuente: EfeVerde