Mientras que el planeta se encamina hacia un aumento de temperatura del que no parece tener retorno, y cuyas consecuencias recién ahora los científicos comienzan a comprender, en el mundo del vino las preocupaciones no son menores: la temperatura de una región es la principal variable a la hora de obtener las uvas para los vinos y es hoy, para muchas regiones, una zona sin solución.
Sobre este y otros temas discurrió en España una conferencia en el marco del noveno Simposio Internacional de Maestros del Vino. Con el título “Futuro sabio: los roles en el vino y la responsabilidades en el cambio climático”, cuatro especialistas aportaron su visión sobre el tema, cada uno con un enfoque diferente.
Ted Lemon, viticultor norteamericano, sostuvo que salvar el planeta es bio-dinamizar su agricultura.
Una forma de hacer resistentes a las uvas es gracias a los híbridos. Permite desarrollarlas con un sabor conocido pero modificándolas para su mejor adaptación en asuntos climáticos o de enfermedades.
Fuente: Hemisferios/LM Neuquén