La Consejería de Ambiente y Ordenación del Territorio va a reforzar las medidas preventivas y correctoras que desarrollan las empresas eólicas desde hace más de siete años en la provincia de Cádiz y en el resto de Andalucía para evitar la extinción del alimoche y la mortalidad de otras especies de aves a causa del impacto de los parques eólicos.

Para eso, la Consejería aprobó unas instrucciones que mejorarán las actuaciones preventivas ya existentes y que se centrarán en rediseñar el actual protocolo de vigilancia ambiental de las empresas incrementando los horarios y personal de vigilancia, reforzar los equipos de vigilancia en períodos y parques eólicos en los que se detectó una elevada mortandad de especies amenazadas, así como mejorar el sistema de paradas preventivas en todas las plantas ubicadas en áreas de campeo o paso intensivo de especies amenazadas o con altas tasas de mortalidad.

Otras actuaciones previstas están relacionadas con la paralización de los aerogeneradores de julio a octubre en horario nocturno con velocidades de viento inferiores a 25 kilómetros por hora, entre otras mejoras.

El alimoche, con una población reproductora de 23 parejas, es la especie en peligro de extinción más afectada por el choque con aerogeneradores. De los 13 ejemplares muertos por colisión en Cádiz, al menos 8 eran ejemplares reproductores, por lo que el impacto sobre la población supone, además de la muerte del propio adulto reproductor, la pérdida de la puesta o pollos de ese año.

Según datos de la Asociación Empresarial Eólica en 2016 la provincia de Cádiz, con 1.315 megavatios, es la primera de Andalucía en generación de energía eólica y la quinta de España, contando con un total de 67 parques eólicos y 937 aerogeneradores.

Fuente: Hemisferios/Junta de Andalucía