El 32% de toda la energía que consuma Europa en 2030 deberá ser de origen renovable. Ese es el acuerdo final alcanzado entre el Parlamento Europeo, la Comisión y los 28 Estados miembro.

Aunque supone una subida importante con respecto al actual uso de energías renovables en la Unión Europea (un 17%), no será suficiente para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con los que se comprometió en el marco del Acuerdo de París de 2015.

Por eso se incluyó una cláusula por la que las tres partes se comprometen a revisar en 2023 ese porcentaje para, llegado el caso, aumentarlo. Las organizaciones ecologistas consideran que la cuota de renovables debería ser de entre el 40 y el 45% para lograr los objetivos.

Otro de los avances más importantes del acuerdo se realizó en materia de autoconsumo eléctrico.

En concreto, la Unión Europea ha prohibido a los Estados miembros la aplicación del conocido como ‘impuesto al sol’ — un canon que se cobra a los productores por consumir la energía que ellos mismos generan— al menos hasta 2026. A partir de esa fecha cada Estado podrá decidir en base a una serie de criterios que garanticen la sostenibilidad del sistema eléctrico.

Además, se introduce la reivindicación de los pequeños productores, a quienes se les reconoce el derecho de recibir algún tipo de compensación económica por la electricidad que vierten a la red general y que las compañías venden a otros consumidores.

Sin embargo, el Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo de Europa no pudieron consensuar una posición sobre la nueva directiva de Eficiencia energética para 2030, que se espera quede cerrada durante este mes.

Fuente:Hemisferios/ Publico Es