El gobierno alemán revisó sus previsiones de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2020, abandonando un objetivo considerado irreal desde hace años.

La Ministra de Ambiente reconoció que durante las últimas décadas hubo fracasos en materia de política climática que no pueden resolverse a corto plazo.

Ahora Berlín prevé una disminución del 32 % de la emisión de gases de efecto invernadero en 2020 respecto a 1990, contra el 40 % anunciado antes.

La ministra sostiene que deben retomar con absoluta urgencia la vía para alcanzar su objetivo del 40 % lo antes posible pero cree que el lado positivo es que conocen los instrumentos que los llevarán hacia él, por ejemplo, las energías renovables o la automoción eléctrica.

Alemania es criticada por las contradicciones de su modelo. La energía nuclear debe ser abandonada en 2022 pero esta medida implica el mantenimiento en servicio de centrales de carbón muy contaminantes.

En cuanto a los transportes, la industria del automóvil y el gobierno aún protegen las motorizaciones térmicas, en particular a las alimentadas por diésel.

Fuente: Hemisferios/ El Comercio