Los tensioactivos son compuestos orgánicos producidos por el plancton marino y las bacterias que forman una película oleosa en la superficie del agua. Una capa invisible de estos compuestos biológicos reduce la velocidad a la que el dióxido de carbono se mueve entre la atmósfera y los océanos.

Los investigadores descubrieron que la reducción de la tensión superficial del agua puede reducir el intercambio de dióxido de carbono hasta en un 50 %. Es decir, los surfactantes naturales contrarrestan los efectos de los fuertes vientos, que son los causantes de una mayor disolución de gases en el mar.

Estos surfactantes naturales no son necesariamente visibles como una mancha de aceite o una espuma, incluso son difíciles de identificar desde los satélites que monitorizan la superficie del océano.

Fuente:Hemisferios/ Europapress