La ciudad realizó una evaluación de base que determinó que la contaminación atmosférica proviene de la quema de combustible doméstico, las emisiones de los vehículos, las industrias, la quema de biomasa y las instalaciones de almacenamiento de residuos mineros.
Las comunidades más pobres de la población a menudo sufren las consecuencias de la mala calidad del aire. Las estaciones de monitoreo situadas en las áreas residenciales registraron niveles récord de contaminación que se encuentran por encima de los estándares nacionales, en especial durante los meses de invierno, dado que la mayoría de los ciudadanos emplean combustibles fósiles para la calefacción.
La prioridad de Johannesburgo es mejorar la calidad del aire en la ciudad en aras de garantizar el desarrollo de las comunidades más pobres para así disminuir los problemas de desigualdad y pobreza, y conseguir una solución efectiva.
Fuente: Noticias Ambientales.