Con el objetivo de ahorrar energía existen sistemas de iluminación con sensores de presencia, que se ponen en marcha cuando detectan movimientos. Esta tecnología ahora está en fase de prueba en una carretera de Noruega.
Cuando la vía no está transitada, las luces led funcionan al 20% de su potencia. Esta cifra, aumenta hasta el 100% cuando los sensores que equipa el poste detectan que se acerca un vehículo o un transeúnte.
Esta tecnología permite ahorrar 2.100 kWh por semana y la inversión puede ser recuperada en 4 años y medio.
Se busca que este tipo de tecnología sea una solución no sólo para reducir el gasto energético sino también para disminuir la contaminación lumínica.
Fuente: La Vanguardia.