Tres partidos alemanes habían prometido respetar el objetivo climático para el 2020. Ahora, la oposición habla de engaño al pueblo alemán. La promesa consistía en que hasta el año 2020 Alemania reduciría en un 40 por ciento los gases de efecto invernadero. Se hubieran tenido que cerrar viejas centrales eléctricas de carbón y en los sectores del transporte y la agricultura habría sido necesario adoptar medidas más enérgicas.
Esta medida se ajusta a la política climática alemana de los últimos años. Después de la renuncia a la energía nuclear y el fomento de la energía eólica y solar, la canciller prometió hacer rodar un millón de autos eléctricos en las calles para 2020. A principios de 2017, había poco más de 30.000 automóviles con transmisión eléctrica en Alemania.
El Ministro del Medio Ambiente planea elaborar un plan concreto de renuncia al carbón y diseñar una ley vinculante, impulsado por la resistencia del ministro socialdemócrata de Exteriores, Sigmar Gabriel.
En diciembre del corriente año, se dará la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Polonia, uno de los mayores consumidores de carbón. Y se espera que Polonia reprenda a su vecino alemán.
Para los Verdes, que habían negociado ambiciosos planes de desmantelamiento de centrales eléctricas de carbón, la tarea del objetivo climático sigue siendo un estímulo económico.
Fuente: hemisferios.info/ DW