Los efectos del cambio climático pueden facilitar el contagio de enfermedades infecciosas, especialmente las respiratorias, por los cambios que se ocasionan en el sistema inmunitario.

El coordinador de Infectología y Microbiología Clínica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), de México, indicó que los más afectados son las personas que padecen asma, enfisema pulmonar o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

Los gases causantes del efecto invernadero que se están emitiendo, en su mayor parte dióxido de carbono (CO2), los hacen más susceptibles al daño pulmonar, aumentando la reactividad del órgano y finalmente propiciando el contagio de infecciones como la causada por el virus de la influenza.

Cuando el entorno cambia, surgen variaciones en los hábitos que constituyen un cambio del modo de vida. Por ejemplo, en lugares donde no llovía ahora hay lluvias torrenciales o las temperaturas son más extremas, lo que lleva a «estar más tiempo en casa o lugares cerrados, estar con más gente, no comer adecuadamente o incluso deprimirse».

Además de virus que afectan al sistema respiratorio, las «enfermedades transmitidas por vectores», es decir, transportadas por organismos vivos como mosquitos, ven alterada su capacidad contagiosa. Los virus del dengue, el zika o el chikunguña son transmitidos por mosquitos y estos, como organismos vivos, también cambian su zona de actividad, obligados a migrar por los cambios de humedad y temperatura.

Los virus que más están incrementando su transmisión de acuerdo con los estudios que se llevan a cabo en el INER, son el de la influenza y el renovirus, que causan neumonías y bronquitis, entre otros males.

En cuanto a las bacterias que más se están transmitiendo, el doctor enumeró el neumococo, la klebisella y otros organismos que no causan daño pulmonar pero afectan al ser humano de otras formas, como la leptospirosis.

Esta enfermedad «se da mucho por estar en contacto con animales contaminados», ya que los organismos infecciosos residen en la orina de las ratas, perros y gatos, así como en plantas contaminadas con dicha orina.

«Con el cambio climático la migración de estos animales ha hecho más frecuente encontrar la leptospirosis en grandes ciudades cuando antes se solía encontrar en suburbios o zonas apartadas», concluyó.

Fuente: 20 minutos es