Un nuevo trabajo publicado en la revista Nature Reviews Earth & Environment muestra que las regiones montañosas “no solo experimentan un calentamiento más acelerado que las zonas bajas, sino que también enfrentan alteraciones profundas en los patrones de precipitaciones y nevadas, lo que pone en jaque a comunidades enteras y a los ecosistemas de altura”, tal como difunde Infobae.
En un comunicado, enfatizaron la preocupación que se deriva de esto, ya que “más de mil millones de personas en todo el mundo dependen de la nieve de las montañas y de los glaciares para obtener agua”. Esta investigación detectó que entre 1980 y 2020 las temperaturas aumentaron en promedio 0,21 °C más rápido que en las tierras bajas circundantes.
Impactos de los deshielos
El líder de la investigación, el doctor Nick Pepin, de la Universidad de Portsmouth, explica que “cuando se pasa de nevadas a lluvias debido al aumento de la temperatura, es más probable que se produzcan inundaciones devastadoras” y que “los fenómenos meteorológicos peligrosos también se vuelven más extremos”.
También señala que esta situación obliga a las especies a desplazarse a zonas más elevadas en busca de temperaturas más frescas, pero que tanto animales como plantas se enfrentan a la posibilidad de quedarse sin territorios aptos, lo que aumenta las posibilidades de extinción y la consecuente alteración del ecosistema.
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Investigaciones a futuro
El estudio destaca la necesidad de construir modelos informáticos más precisos que sean capaces de detectar variaciones a pequeña escala, ya que los actuales registran cambios cada varios kilómetros, mientras que éstos pueden darse en unos pocos metros.
Imágenes: National Geographic y Enciclopedia Humanidades