Un reciente estudio publicado en la revista Journal of Experimental Biology revela que estas aves poseen una peculiar coreografía corporal a la hora de martillar la madera de los árboles. La misma comprende la coordinación entre la respiración y sus movimientos musculares. 

Las curiosidades de los pájaros carpinteros

El análisis se basó en ejemplares conocidos como “de pico pubescente”, los más pequeños de su familia en Norteamérica. Sin embargo, y pese a su tamaño, son capaces de golpear troncos con una fuerza que multiplica hasta 30 veces su propio peso corporal (de hasta 25 gramos) sin que ello se traduzca en contusiones internas. 

Lo que descubrieron ahora es que el impacto del pico no es sólo cuestión de fuerza cervical, sino de todo el cuerpo que trabaja con sincronía para efectuar cada golpe. Cuello, abdomen, patas y hasta la cola, se activan de forma pareja para realizar esta actividad. 

En ese sentido, el pájaro se convierte en un martillo articulado, donde cada parte tiene un papel específico y cronometrado. Para demostrar esto, se le colocaron a algunos ejemplares un total de ocho electrodos diminutos distribuidos por todo su cuerpo. Con ellos registraron los movimientos, ayudados con cámaras de alta velocidad

Descubren un comportamiento en los pájaros carpinteros nunca antes documentado.
Descubren un comportamiento en los pájaros carpinteros nunca antes documentado.

Las formas de comunicarse de las aves

Así descubrieron, además, que esta especie es capaz de ajustar su intensidad dependiendo el tipo de golpe: más potente si es para excavar y más suave si es para comunicarse. Otro dato valioso que hallaron es que los carpinteros exhalan con cada impacto, casi como si gritaran. Este patrón de respiración fue comparado al que usan los tenistas al azotar la pelota. 

Los expertos aseguran que este gruñido sirve para estabilizar la musculatura del tronco y aumentar su fuerza. De hecho, en secuencias rápidas, de hasta 13 golpes por segundo, los animales demostraron que pueden inhalar pequeñas dosis de aire, en apenas 40 milisegundos. Existen aves cantoras con la misma capacidad de respiración, pero esta es la primera vez que se da en un contexto físico y no musical