Una investigación de la Universidad de Leeds demostró que había menos actividad volcánica en Islandia cuando la cobertura de los glaciares era más extensa, debido a la presión superficial.
El estudio examinó la ceniza volcánica islandesa preservada en depósitos de turba e identificó un período de actividad volcánica significativamente reducida entre cinco mil 500 y cuatro mil 500 años atrás. Este período se produjo después de una importante disminución en la temperatura global, que causó el crecimiento de los glaciares en Islandia.
Los hallazgos, publicados en la revista Geology, descubrieron que hubo un desfase de aproximadamente 600 años entre el evento climático y una disminución notable en el número de erupciones volcánicas. El estudio sugiere que tal vez se pueda esperar un retraso similar después del cambio más reciente a temperaturas más cálidas.
El vulcanismo islandés está controlado por complejas interacciones entre grietas en los límites de las placas continentales, la acumulación de gas subterráneo y magma y la presión sobre la superficie del volcán por los glaciares y el hielo.
El coautor del estudio explica: «Cuando los glaciares retroceden hay menos presión sobre la superficie de la Tierra. Esto puede aumentar la cantidad de derretimiento del manto y afectar el flujo de magma y cuánto magma puede contener la corteza».
«Incluso pequeños cambios en la presión de superficie pueden alterar la probabilidad de erupciones en volcanes cubiertos de hielo».
Fuente: Excelsior