Un estudio impulsado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua y el Instituto de Química Orgánica General, ambos del CSIC, registró en aguas próximas a la Antártida PFAs, utilizados por las industrias para producir productos de consumo.
El estado de las aguas de la Antártida
Este trabajo, publicado en Communications Earth & Environment, es el primero en probar que estos químicos se acumulan en el océano austral próximo a la península Antártica a través de aerosoles marinos y su posterior deposición atmosférica húmeda mediante lluvia o nieve.
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Los PFAs pertenecen a una familia de compuestos químicos que se caracterizan por ser muy resistentes a la degradación, por lo que son utilizados como antiadherentes, impermeabilizadores y repelentes del fuego en diversos productos. Para los expertos, este producto representa un gran peligro debido a su “extrema persistencia en el ambiente», es por ello que también se los conoce como químicos eternos.

Los resultados del estudio
Estos resultados surgieron a partir de dos campañas de oceanografía realizadas en 2021 y 2022, en donde se recogieron muestras de agua desde el Atlántico Norte hasta el océano Antártico. Estas mismas muestras son las que revelaron la “distribución global» de estos químicos.
Los niveles más elevados de PFAs fueron en aguas oceánicas con influencia de las costas de Brasil y Argentina. Según los investigadores, la persistencia química de estas sustancias es «el principal factor que determina su riesgo ambiental a largo plazo».
En estos momentos, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas se encuentra evaluando la posibilidad de la propuesta de restringir los PFAS en la Unión Europea, por lo que el estudio podría aportar una nueva perspectiva al debate actual.