El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) otorgó una licencia a la petrolera estatal Petrobras para llevar adelante la exploración de las reservas marítimas frente a la Amazonía, una zona considerada vulnerable por los ecologistas. 

La decisión llega tras cinco años de tensiones entre la empresa y el ente, que se oponía inicialmente a su aprobación. En 2023 se había rechazado el pedido por “inconsistencias técnicas”, pero la firma aportó más información con el fin de revertir la decisión.

La autorización de la búsqueda de petróleo

Este lunes, el Ibama defendió el “rigor” del proceso de licenciamiento y alegó que la petrolera mejoró el proyecto presentado anteriormente, “sobre todo en lo que se refiere a los planes de respuesta ante posibles emergencias como un vertido en el mar”, según difunde el medio EFEVerde.

Las ONG cuestionan la decisión y aseguran que contradice los dichos del Gobierno sobre el combate al cambio climático. Por ejemplo, este lunes el presidente Luiz Inácio Lula da Silva declaró que la COP30, a realizarse en noviembre en la Amazonía, “será el momento de que los líderes mundiales prueben la seriedad de su compromiso con el planeta”.

Brasil autoriza la búsqueda de petróleo frente a la Amazonía.
Brasil autoriza la búsqueda de petróleo frente a la Amazonía.

Además, André Corrêa do Lago, quien presidirá la conferencia, señaló a la comunidad internacional la importancia de alejarse de los combustibles fósiles. Ante ese escenario, la sociedad denuncia la contradicción de postularse como líderes de la agenda climática mientras se permite la exploración de crudo cerca de reservas naturales, territorios indígenas y arrecifes de coral.

El peligro para la Amazonía

En esa línea, la ONG WWF Brasil explicó que las corrientes de la desembocadura del Amazonas hacen que la contención de un vertido de crudo sea extremadamente difícil, lo que pone en riesgo a esta área que alberga el 80 % de los manglares del país.

Por su parte, el científico Paulo Artaxo, miembro del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), declaró que abrir nuevas áreas petroleras agravará el calentamiento global e insistió en que “Brasil tiene la oportunidad de explorar su enorme potencial en generación energética solar y eólica”.