La contaminación está popularmente asociada sólo a problemas circulatorios y respiratorios, pero también puede desencadenar partos prematuros y generar párkinson o cáncer de mama y estómago, ha afirmado Julio Díaz, investigador del Instituto Salud Carlos III.

Un estudio detalla que en Japón, se ha elaborado ya el perfil más amenazado por el polvo en suspensión: varón, mayor de 75 años, no fumador, con hipertensión o diabetes y con fallo crónico renal.

En cuanto a las actividades humanas, su principal incidencia se ha detectado en sectores como la agricultura, la industria energética solar, el transporte por carretera las operaciones aeronáuticas, la meteorología, el clima o la productividad marina.

En cifras, las emisiones de polvo atmosférico oscilan entre los 60.000 y los 120.000 kilogramos por segundo, lo que equivaldría a cargar cien millones de camiones.

En cuanto a la península ibérica, la principal afección se concentra en el polvo proveniente del desierto del Sáhara “que exporta entre el 50 % y el 70 % del polvo mineral” y del cual “una parte recae sobre el Mediterráneo y otra sobre el Atlántico.

A estas partículas se añaden contaminantes como el sulfato amónico o partículas de combustión primaria como los lubricantes de los automóviles o de quema de biomasa.

Fuente: hemisferios.info/ Efeverde