El Primer Tribunal Ambiental de Chile condenó al Estado por el daño ambiental causado en el desierto de Atacama, donde actualmente se acumulan millones de toneladas de ropa provenientes de Estados Unidos, Europa y Asia. Se trata de una región notoriamente perjudicada por el fast fashion -o “moda rápida”- y su falta de regulación. 

La reparación de Atacama

Para dar batalla a los residuos textiles el país deberá presentar un plan integral de reparación en un plazo no mayor a seis meses. En él deberá incluir cómo se hará el retiro, dónde será su disposición final y cuáles serán los trabajos para la restauración del paisaje. Asimismo, se deberán plantear medidas para evitar que la situación se repita en un futuro. 

Respecto a la problemática, ésta se asienta principalmente en la comuna de Alto Hospicio, donde cada año llegan unas 39.000 toneladas de prendas usadas; el 60 % de ellas están en condiciones de ser revalorizadas, pero eso no ocurre. 

Cabe destacar que los textiles en descomposición desprenden químicos y tintes que afectan al suelo y a la biodiversidad. Por otro lado, no son los únicos desechos presentes en la zona, ya que también se han encontrado neumáticos, piezas de tecnología y plásticos de todo tipo

Ordenan gestionar las problemáticas en Atacama.
Ordenan gestionar las problemáticas en Atacama.

La falta de inversión

En cuanto a la sanción, el Tribunal aclaró que es el Estado Nacional el que deberá ocuparse, y que la municipalidad afectada no recibirá ninguna pena puesto que sí realizó acciones para compensar la situación y revertir el daño; algo que no pudo lograr por la falta de apoyo económico

Este fallo se presenta como un precedente legal regional para exigir mayor responsabilidad ambiental frente a la industria textil que está en crecimiento desde hace años. ONG de todo el mundo vienen advirtiendo sobre las estrategias de algunas marcas que exportan sus residuos a países con menor regulación para evitar pagar los costos de su correcta deposición.