Según datos oficiales de la Comisión Europea (CE), el grupo comunitario sacrifica unas 330 millones de aves anualmente; la mayoría de ellas son machos que no les son útiles para la producción de huevos. Al respecto, España es el país que concentra la mayoría de los casos, con prácticamente un tercio del número total.
La decisión de Europa sobre los pollitos
Ante este panorama, Bruselas puso en marcha un informe que pretende analizar los costos y beneficios que implicaría modernizar las legislaciones relacionadas al bienestar animal en las explotaciones ganaderas. Lo que buscan es poner fin a la muerte de crías y plantear alternativas.
- Quizás te puede interesar: «Un estudio alerta sobre una futura ´Tormenta del Siglo´».
Si bien la solución más obvia parecería ser incorporarlos a la cadena productiva cárnica, donde los sacrificios cumplen con ciertas normas “anticrueldad”, lo cierto es que la industria no muestra interés en estos ejemplares puesto que no son especies de mucho crecimiento; lo que significa que no son rentables para el mercado.

El tratamiento de la especie
Por su parte, quienes se oponen a invertir recursos en esta iniciativa aseguran que los números no son claros, ya que no existen registros adecuados. Sin embargo, las estimaciones sugieren que prácticamente el 50 % de los nacimientos corresponden a gallos, por lo que las cifras no serían tan equivocadas.
En cuanto a los antecedentes, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya había advertido en el 2019 que esta actividad sistematizada, que muchas veces se hace a través de trituración o cámaras de gas, supone una preocupación en términos de ética, ya que las muertes suceden en pleno estado de consciencia.