Greenpeace y la Asociación Civil Foro Medio Ambiental (FOMEA) explican que se trata de un vuelco clandestino de efluentes industriales en la planta de San Nicolás y piden que el caso sea revisado exhaustivamente mientras la justicia investiga este nuevo episodio.

La contaminación de Atanor

La ONG ambientalista explica que “la Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires (ADA), que realizó una inspección en la planta de San Nicolás, detectó una bomba sumergida que evacuaba líquidos contaminantes al suelo natural dentro del predio de la empresa. Este sector se encuentra a metros de la barranca del río Paraná, por lo que la descarga podría representar un nuevo riesgo inminente de contaminación hídrica”.

Nuevas evidencias sobre la contaminación ambiental.
Nuevas evidencias sobre la contaminación ambiental de Atanor.

Según destaca, durante la audiencia ADA confirmó que se utilizó “una conexión clandestina para el vuelco de efluentes industriales, desviando el líquido a través de un ducto que debía estar inactivo y seco”.

La posible sanción

En este marco, “FOMEA solicitó recientemente a la jueza en la causa el dictado urgente de una nueva medida cautelar que suspenda el uso del recurso hídrico por parte de Atanor, hasta tanto se diseñe e implemente un sistema que evite desvíos ilegales de efluentes”.

En 2023 se emitió un fallo que compromete a Atanor a cumplir una serie de acciones de remediación ambiental, pero el letrado Fabián Maggi, representante de los vecinos de San Nicolás, sostiene que la empresa “desafía las decisiones judiciales y pone en riesgo a comunidades enteras”. Por eso exigen “que se garanticen sanciones ejemplares, que se refuercen los controles estatales y que se actúe con la urgencia necesaria para proteger el río Paraná y los derechos de la población en riesgo”.