La caza furtiva en ese país es una actividad que compromete al turismo local, perjudica a los ecosistemas, financia grupos criminales y promueve un clima de violencia. Con el fin de reducir estas acciones ilegales, los científicos decidieron aplicar dos iniciativas para proteger a los rinocerontes que habitan en 11 reservas de la región, donde -según un estudio- se produjeron 1985 casos en los siete años que abarca.

Los metodos para reducir la caza

La primera de estas estrategias tenía un costo de 74 millones de dólares, y buscaba hacer cumplir una ley contra la caza furtiva, a partir de la ayuda de perros rastreadores, cámaras de vigilancia o guardabosques. Si bien el resultado fue el arresto de 700 cazadores furtivos, no se frenó el furtivismo

En ese sentido, el autor principal del estudio, Timothy Kuiper, sostuvo que el hecho de que haya “más posibilidad de ser capturado o que la severidad del castigo sea mayor puede disuadir a los cazadores furtivos, pero estas medidas son en gran parte reactivas y se aplican cuando ya se ha producido el delito»

El impacto de la ley en los rinocerontes

Además, declaró que “la ineficacia de los sistemas de justicia penal en estos países hace que los delincuentes detenidos escapen a menudo al castigo”; de hecho, se comprobó que en su zona de estudio había casos de reincidencia múltiple.

Por este motivo, surgió la segunda propuesta: descornar a los rinocerontes. El objetivo era que los ejemplares de la especie sean menos atractivos para los cazadores. Esto redujo entre 2017 y 2023 un 78 % del furtivismo