Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Yale indica que las aves de norteamérica no logran escapar con eficacia del aumento de las temperaturas pese a sus migraciones anuales.
El comportamiento de estos animales que se encuentran en selvas, bosques, costas y ciudades, cuenta como un termómetro natural de los ecosistemas. A partir de sus desplazamientos o ausencias, se puede ver cómo afecta el cambio climático en una determinada área.
El efecto del cambio climático
Este trabajo, publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, observó el comportamiento de 406 especies durante un período de 20 años. Además, el equipo registró reportes de observadores ciudadanos junto con la temperatura local en toda América del Norte.
El resultado de este análisis muestra una contradicción a la hipótesis de que las aves, por su capacidad de vuelo, estaban mejor preparadas para enfrentar el cambio climático que otros animales.
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Jeremy Cohen, investigador del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de Yale, revela que las especies analizadas no cuentan con la capacidad suficiente para seguir el ritmo del cambio climático.

El calor en el que se encuentran las aves
Si bien las aves han reducido un 1,28 °C el incremento de temperatura esperado en verano a raíz de su desplazamiento, el mismo no fue suficiente. En ese período las especies presenciaron un aumento de 1,35 °C, por lo que a pesar de su traslado las aves se encontraron en un mundo más cálido.
Otro de los datos desfavorecedores que muestra este estudio es que hubo un incremento promedio de 3,7 °C en los hábitats invernales originales, algo que la migración logró reducir sólo en medio grado.