Existe una infección fúngica -conocida como quitridiomicosis- provocada por el hongo chytrid, la misma es responsable del colapso de miles de poblaciones de anfibios en todo el mundo desde los años ‘80s. La rana corroboree del sur (Pseudophryne corroboree) es un ejemplo de ello; de hecho, actualmente quedan menos de medio centenar de individuos.
Afortunadamente un grupo de expertos de la Universidad de Melbourne está buscando una solución a esta problemática a través de la secuenciación completa de su genoma. Esta hazaña podría ser el primer paso hacia la implementación de nuevas estrategias de conservación que permitan revertir su triste realidad.
La investigación de la rana
Estos resultados se dieron tras más de 10 años de trabajo colaborativo con otras instituciones académicas. De él también participó el Departamento de Cambio Climático, Energía, Medioambiente y Agua de Nueva Gales del Sur.
Un desarrollo para proteger a la especie
La herramienta, que representa un hito -dado que el genoma en cuestión es más de tres veces superior al humano-, hoy es clave para comprender las bases genéticas de la vulnerabilidad de la especie y para explorar posibles rasgos de resistencia a la enfermedad.
- Quizás te pueda interesar: “Descubren cómo se adaptaron las ranas expuestas a radiación”.
Destacan que la rana corroboree es significativamente más compleja de analizar que sus homólogas de otras especies, lo que explica el tiempo de demora en descifrar y montar su mapa genético. De todas formas, consideran que los conocimientos derivados de esta investigación podrían servir para ejemplares de otras especies que también padecen la afección.