La gripe aviar viene representando una amenaza latente en el mundo debido a su potencial para convertirse en pandemia. Los expertos explican que, si bien aún no existe la transmisión entre humanos -aunque sí entre animales y de animales a personas-, con unas pocas mutaciones en su material genético podría propagarse con mayor facilidad.
Es en este contexto que científicos norteamericanos se encuentran realizando pruebas para llegar a una posible vacuna. Los primeros estudios sugieren que nuestro cuerpo posee unidades inmunológicas capaces de reconocer cepas del virus, lo que es un buen puntapié inicial.
Los avances
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Para llegar a estas conclusiones los investigadores trabajaron con células B de personas sanas que aceptaron ser donantes. Gracias a ellas identificaron linfocitos capaces de reconocer la hemaglutinina específica del H5, una molécula que se encuentra en la superficie de los patógenos gripales.
Se trata de anticuerpos vírgenes que podrían activarse como primera línea de defensa en caso de una propagación extensa de la enfermedad. Sin embargo, los autores de la investigación -la cual fue publicada en la revista Science Immunology– aseguran que estos resultados podrían tener limitaciones.
Combatiendo la gripe aviar
Explican que los datos, que fueron revelados recientemente, representan un avance valioso para el diseño de inoculaciones y medicamentos seguros para prevenir y tratar las infecciones. Cabe destacar que, en los últimos dos años, más de 400 tipos de aves y otros 51 tipos de mamíferos silvestres se vieron comprometidos, lo que demuestra que el avance interespecie de la infección se da a un ritmo acelerado.
Sobre la gripe aviar, la misma presenta síntomas como tos, secreción nasal, dolor de garganta, fiebre y conjuntivitis. Desde abril del 2024 ya se reportaron 61 casos en humanos sólo en los Estados Unidos, y el 6 de enero pasado murió la primera persona por causa de este virus en dicho país. Detallan que se trataba de un hombre de 65 años que padecía enfermedades subyacentes.